Desde la Unidad de Cirugía Cardiaca Dr. Rodríguez nunca pensamos que escribiríamos un post bajo el título «Cirugía cardiaca en época de coronavirus». Podríamos decir que nuestro día a día era atender a pacientes con cardiopatías que necesitaban ser operadas, intervenirles y realizar el seguimiento médico tras haberle operado.
Cuando comenzó la pandemia provocada por la enfermedad del coronavirus, no sabíamos todo lo que iba a cambiar nuestra profesión. Rápidamente, nuestro equipo mostró su deber y responsabilidad médica y decidió que más que nunca debían prestar su servicio a la población.
Durante un tiempo tuvimos que retrasar intervenciones para centrarnos en aquellas que eran de extrema urgencia. Pero una vez que se fue «normalizando» la pandemia nuestra actividad volvió a su ritmo habitual.
Nuevo protocolo
Para evitar contagios por coronavirus hemos instaurado nuevos protocolos de actuación. En primer lugar, hemos seguido las recomendaciones de organismos y asociaciones como la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y Endovascular y la Asociación Española de Cirujanos. De este modo, hemos seleccionado los pacientes que se encontraban en estadios más graves de la enfermedad y que requerían de una intervención quirúrgica con urgencia.
Cada uno de los pacientes intervenidos ha sido sometido a una prueba PCR inicial para asegurar que no estaba infectado por coronavirus y que por tanto podía ser candidato a la operación. Además, se le ha explicado el nuevo protocolo que hemos implantado y por el cual no podía estar acompañado de ningún familiar ni durante su estancia en la UVI ni en la planta de hospitalización. Para intentar reducir la sensación de soledad, hemos realizado videollamadas a los familiares de los paciente para que pudieran mantener el contacto.
Una vez que llega el momento de realizar la operación, el paciente es trasladado desde la habitación hasta la sala de quirófanos a través de un circuito seguro y libre de coronavirus.
Cirugía cardiaca en época de coronavirus, el quirófano
Ya en quirófano, nuestro personal compuesto por cirujanos cardiacos, cardiólogo, perfusionistas y anestesistas, se protegen como nunca antes. Así, al pijama de quirófano se le suman varias de capas de protección: gafas, pantalla, doble mascarilla, doble protección de calzado…
Además, hemos adquirido pantallas de metacrilato que ofrecen una protección extra durante el proceso de intubación del paciente y electrobisturíes con extracción de humo que evita que las partículas queden suspendidas en el ambiente.
Por último, hemos incentivado la videoconsulta. Así nuestro equipo de cirujanos cardiacos y cardiólogos han realizado el seguimiento de los pacientes una vez que estos ya se encontraban en su domicilio.
¿Y qué hacíamos cuando no operábamos?
Viseras protectoras. Durante las primeras semanas de la pandemia nos coordinamos para montar pantallas protectoras faciales que posteriormente distribuimos entre diferentes centros hospitalarios para que nuestros compañeros que estaban, y siguen, luchando contra el coronavirus estén protegidos.